20 Enero Mamallapuram 2º dia

20 Enero Seguimos en Mamallapuram
Al amanecer los pescadores llegan a la orilla con peces, cangrejos, gambas gigantes y demás productos del mar desconocidos para nosotros en sus finas redes mientras sus mujeres hacen dibujos a modo de mandalas con polvo de arroz mezclado con pigmentos de colores en el suelo delante de las puertas de sus casas, ritual que realizan todos los días. Sus habitantes son muy morenos, bueno, mas bien negros, con rasgos bellísimos, se ven sanos y fuertes. Los hombres visten con camiseta o camisa y una tela generalmente de cuadros enrollada a la cintura a modo de pareo, pero para ir mas cómodos, se la remangan remetiendo los faldones en la cintura resultando así una falda corta y a veces mini, muchos van descalzos. Las mujeres con el típico sari como en el resto de India, pero sin cubrirse la cabeza, largas melenas azabache recogidas en moños o trenza que peinan y lubrican con aceites largo tiempo con el primer sol mañanero. Hombres, mujeres y niños son muy aseados y se pasan un buen rato espillándose los dientes, así los tienen tan blancos que relucen en medio de sus oscuros rostros en cada sonrisa que son muchas, pues la simpatía es una de sus características.
Todo esto lo se, porque la vida la hacen en la calle y con las puertas abiertas. Bueno, esta claro que estoy encantado.
Toda la mañana la hemos pasado en la playa, ¿consecuencias de esto?, nos hemos quemado un poco-bastante, pero en un par de días, todo resuelto.
Por la tarde hemos visitado los cinco monolitos (Rathas) y Cuevas-Templos, todos ellos esculpidos en un solo bloque de piedra que son bolos redondeados. Estilo Draviniano, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, son unas de las obras arquitectónicas y escultóricas mas notables del Sur de la India.
Debido a esto, mantienen la tradición de esculpir las piedras color gris oscuro casi negras y sus calles están repletas de talleres de talladores que no paran de darle al cincel creando unas esculturas increíbles, desde miniaturas hasta monumentales. El tintineo acompaña nuestro caminar.
Nos vamos a dormir con los graznidos de especies de grajos y arrullados con el rumor del mar.
Mañana cogeremos un bus para ir a Pondicherry.