21 Enero Pondicherry y Trichy

21 Enero
Pondicherry-Trichy
Esta mañana cogimos un bus dirección Pondicherry. Los autobuses aquí, en su mayoría son unos cacharros con la pintura desgastada como de haber pasado una guerra, con oxido y suciedad, pero aunque nos sigue sorprendiendo, lo tomamos con cierta naturalidad y resignación, porque estamos en India y ya sabemos a donde venimos. Cargado de gente hasta la bandera y con las mochilas acuestas nos hicimos hueco apretándonos entre los nativos, como decíamos de niños “a parir la gata”, porque nosotros éramos los únicos turistas y suerte que pudimos sentarnos, pues en otras paradas siguientes subieron mas que tuvieron que ir de pie o sentados en los escalones de salida. Todas las ventanas de par en par entrando aire como si fuéramos en descapotable y dando mas saltos que “un garbanzo en la boca de una vieja”.
Toda una aventura, incómoda, pero al fin y al cabo, aventura, que es lo que queremos, y además barata, que también queremos.
Por el camino, leyendo las guías, vimos que Pondicherry no iba a cubrir nuestras necesidades viajeras y como vamos sin prisa pero sin pausa, decidimos seguir palante, así que fue llegar y tirar para otro pueblo donde poder enlazar con los buses que van para Trichy.
En este cruce, comimos nuestra primera comida típica del sur en un lugar donde entras, pagas 60 rupias (un poco menos de un euro) y no eliges, todos por igual, te ponen una hoja de platanera en la mesa a modo de plato y sobre él, un pegote de guiso de verduras picante y al lado otro de garbanzos con no se que, un recipiente con arroz cocido, chapatti (torta fina de harina, el pan de aquí), unos cuenquitos metálicos con distintas salsas y otro con un especie de fideillos con leche como postre, claro está, se come con las manos y al final te las lavas, no hay servilletas. Completo ¿eh? Y vaya que precio.
De aquí, tercer bus “un, dos, tres, picadora Mulinex” y para Trichy.