jueves, 16 de febrero de 2012

13,14,15,16 y 17 Febrero Anjuna (Goa)





















13,14,15, 16 y 17 Febrero
Viaje a Goa, Anjuna y regreso a España
El primer día fué otro de los días de tránsito, primero tren hasta la estación Vasco de Gama y seguidamente autobús para Pajim (Panaji), la capital de Goa con un ancho río navegable con abundantes estilosos barcos Casino y barrios coloniales portugueses con casas preciosas y por supuesto iglesias. Desde aquí otro bus para Mapusa, pueblo del interior de donde parten autobuses para los distintos pueblos costeros de la zona, en nuestro caso a Anjuna.
Este es un pueblo famoso por los hippies de los sesenta, un poco deslavazado, donde quitando un cruce de carretera lleno de tiendas y restaurantes, lo demás es campo tropical y casas distribuidas anárquicamente entre el verdor, un poco mas allá por estrechos caminos llegamos a las playas con chiringuitos alineados emitiendo música Trance Goa y jóvenes sobre todo de Rusia, mochileros y neo hippies dándole al body, a la birra y a las drogas, todos con motos de alquiler para arriba y para abajo dando por saco y rompiendo la tranquilidad del lugar.
En principio nosotros disfrutamos de días tranquilos en una playa un poco mas alejada del bullicio, donde la paz y el relax eran posibles.
Llegó el miércoles día 15 y las grandes explanadas en torno a la playa se llenó de un macro mercado con todo tipo de productos, esto atrae a cientos de turistas de otros lugares de Goa, creando un ambiente festivo, con vacas decoradas, mujeres de una tribu con vestimentas preciosas y recargadas como cíngaras portando canastos de frutas sobre la cabeza, titiriteros y acróbatas.
Nosotros dijimos, éste es nuestro día y tras recorrer el mercado y hacer no pocas compras nos entregamos de cuerpo alma a la fiesta, tomando cervezas y mas cervezas en chiringuitos con música en vivo y ambiente variado. Llegó la noche y nosotros seguíamos, sin comer y dándole al “pinpiribinpinpin” hasta regresar a casa sin conseguir encontrar la línea recta en el camino, mas bien como en la Yenca, “izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, atrás, un dos tres”.
Fue como nuestra despedida y la única marcha de todo el viaje.
Al día siguiente nos fuimos a visitar la capital de Goa, Pajim y por la tarde vimos el atardecer y cenamos en un precioso local construido con una estructura de troncos largos, creando habitáculos hasta tres de altura, con telas como cerramientos y colchonetas con cojines en el suelo, donde te puedes tomar una copa, comer e incluso dormir.
“Tantra” es su nombre y tras cenar ricamente un pescado al estilo Tandoore (macerado en yogurt con especias y al horno de barro), nos despedimos de la playa, de Anjuna y de la India.
Hoy, que estoy escribiendo este relato, partiremos en tren hasta Mumbay, de allí volaremos a Londres, Madrid y Almería, toda una larga jornada de regreso que permitirá ir adaptándonos otra vez a Occidente.
Querido blog que me acompañas en mis viajes, también me despido de ti hasta el próximo que espero sea pronto. Hasta luego.

martes, 14 de febrero de 2012

Fotos Hampi 2










Fotos Hampi 1














11 y 12 Febrero Hampi
















11 y 12 Febrero
Hampi
Descansados del largo viaje y encantados de estar aquí y de que existan sitios como éste, alquilamos bicis para recorrer la extensión de varios kilómetros a la redonda en donde se encuentran los templos, ruinas y vestigios del grandioso imperio que floreció en este lugar.
En el primer templo, Lapu y yo nos separamos por la diferencia de ritmo en las visitas, quedamos en vernos en el siguiente, pero nunca ocurrió, así que hice la excursión a mi aire y a mi ritmo. Un día tranquilo y cultural. Impresionantes las construcciones, que tienen el esplendor que tuvieron la Grecia clásica y el Imperio Romano y se imagina uno lo que tuvo que ser la vida allí durante los siglos XIV; XV y XVI.
Declarado Patrimonio Mundial, Hampi es un lugar para perderse entre las ruinas o dejarse cautivar por los caprichos de la naturaleza viendo como la actividad volcánica y la erosión han podido obrar un paisaje tan fascinante, enormes peñascos de granito contrastando con los verdes campos de arrozales y las plantaciones de bananas.
Como anécdota, yendo en mi bici silbando como en “Verano Azul”, me encontré con un inmenso lago de aguas frescas y bastante limpias, y a grupos de viajeros como yo bañándose y tomando el sol, así que me di un maravilloso baño, compensando de alguna manera la frustración del baño no realizado en la catarata Catherine.
El día siguiente también excursión en bici, pero esta vez al otro lado del río. Aquí no tienen interés las ruinas, pero si la naturaleza y vida campestre, pasando por aldeas y pequeños poblados nativos, pero este es otro de los encantos de Hampi, que a pesar de la cantidad de turistas que pasamos por aquí, sigue manteniendo el sabor y costumbres de la India.
Hampy es mágica y no hay que perdérsela.