martes, 14 de febrero de 2012

10 Febrero Viaje a Hampi











10 Febrero
Viaje a Hampi
Anoche llegamos tranquilamente a la estación de tren de Mysore con nuestro billete de litera en mano que habíamos reservado el día anterior y nuestra sorpresa fue que se habían equivocado y el billete era para salir desde Bangalore a Hampi.
Primero shock, después ventanilla y búsqueda de solución, la única alternativa ya que el tren directo con literas estaba completo, fue coger uno de 2ª clase haciendo transbordo a las cuatro de la madrugada en no que sitio. No os podéis imaginar lo que fue eso. Éramos los únicos turistas de los vagones de 2ª, así que tuvimos que rebujarnos como pudimos entre la masa de hindúes que abarrotaban los departamentos.
Jóvenes durmiendo en los voladizos de no mas de cincuenta centímetros donde se ponen las maletas, otros debajo de los asientos, ni os cuento como está el suelo y los asientos y las paredes y de los servicios, ni hablar. Una noche infernal, pero esto es la India y como queríamos aventura, pues ¡toma aventura!.
El transbordo, increíble de verdad. Esa pequeña estación cargada de gente durmiendo envueltas en trapos y mantas, a las cuatro de la madrugada con esas luces mas pobres que ellos, creaba una imagen espeluznante. Nos arrimamos a un pequeño puesto de “chai” y nos tomamos dos tes calientes mientras nos observaban con caras mas extrañas que las nuestras como diciendo ¡que harán estos dos rostros pálidos aquí a estas horas”.
El transbordo llegó y ya acostumbrados a la situación, la cosa cambió porque además iba menos cargado y el personal era menos pintoresco, fueron bajando poco a poco en siguientes estaciones, quedando asientos completos libres donde poder tumbarnos y echar un sueñecico.
Al despertar me vi rodeado de cinco bellezas negras con sonrisas resplandecientes, ojos atizonadas y miradas curiosas e ingenuas,
Eran jóvenes campesinos que venían de rezar de un templo de Mysore.
A pesar de su juventud, todos estaban casados y cargados de hijos, no hablaban ingles, solamente un dialecto, pero a pesar de esto, estuvimos hablando largas conversaciones como podíamos, mímica sobre todo ¡claro! Y risas, muchas risas. Los hindúes son todos muy curiosos y quieren saber todo de ti, al igual que muy coquetos, así que fotos y mas fotos y dirección escrita en mi cuaderno de viaje para mandárselas.
Al llegar a Hospet, directamente fuimos a reservar los billetes de tren para Goa, nuestra próxima parada. Ricksaw para Hampi y ya hospedados en una de las casas de Hampi Bazar y duchados, caminamos por sus recoletas y tranquilas calles en donde observas la vida natural y sencilla de sus gentes, hasta llegar a “Garden Paradise” para comer. El nombre no es casualidad, es realmente un paraíso, o al menos eso nos lo pareció.
Una terraza sin balaustrada cubierta con caña y palma trenzada, llena de colchonetas y cojines, con mesitas bajas de mármol negro que da directamente al valle con arboles a nuestro lado y cocoteros en la ladera de enfrente, por donde corre el río sorteando los bolos de piedras como cantos rodados gigantes; los búfalos pactando y nosotros como ellos degustando una merecida comida.
La maravillosa vista con banda sonora relajante del rumor del río y el canto de pájaros hizo que nos sintiéramos flotando en la gloria
Esto es vida y Hampi es un lugar al que hay que visitar, al que hay que vivir, al que hay que sentir.

2 comentarios:

Michèle and Eli XX dijo...

Buen viaje a Goa!!!! XX

Unknown dijo...

Increíble el colorido las fotosuy bonitas y el viaje para recordar.Marisa amiga de María tu hermana

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