viernes, 29 de enero de 2010

CAMINO DE PUSHKAR

27 Enero
Antes de partir para Pushkar, he vuelto a tener una experiencia de alto riesgo. Necesitaba sacar dinero con la tarjeta; aquí tiendas, bancos y demás oficinas abren a las 10 h, caminando por el barrio haciendo tiempo, entramos en una oficina de cambio que vimos abierta y al no tener maquinita para la Visa, el señor dejo al Lapu al cargo del negocio y subido en una Vespa de las de antes, recorrimos a toda pastilla media ciudad, pasando por dos bancos con cajero y en ninguno fue posible extraer una rupia, terminando en la tienda de un amigo donde pude concluir mi cometido, aunque no mi aventura, pues viajar en moto por aquí es como una gincana, sorteando obstáculos varios, a toda leche y sonando el claxon; la India y los Hindúes son así.
De camino hemos hecho una parada en Shilpgram, un singular poblado famoso por su artesanía; en este asentamiento rural viven artistas de distintos lugares de la India y han construido sus casas con los mismos materiales y tipo de construcción que en su lugar de origen.
Es como un Parque temático étnico pero autentico, no de cartón piedra. Nos ha gustado.
El viaje ha sido largo y pesado, mucho calor, malas carreteras y como atravesábamos una zona con cantidades de mármol verde precioso, los camiones impedían la fluidez en la circulación.
Hemos parado en medio de la nada para comer y ha sido lo peor que hemos ingerido en todo el viaje y además carísimo, claro esta, pensado en rupias.
Llegamos oscurecido al Hotel, moderno y con comodidades, no es de los que me gustan, pero al menos podremos darnos una ducha y descansar de este día tonto e incomodo.
Esta bien, no siempre van a venir las cosas a pedir de boca y hoy solo ha sido un transito.
Es necesario morir para volver a renacer.
Y hablando de renacer, antes de meternos en cama, decidimos dar una vuelta por el centro de la ciudad que es como un pueblo pequeño y nos sorprendió gratamente encontrarnos con un ambiente tranquilo, lleno de lucecitas de colores, mercado, ¡como no!, música, hippies de los setenta que se quedaron colgados aquí y viven como ellos y jóvenes que siguen los pasos de sus padres y van mas estrafalarios que los propios hindúes.
Así que ya nos encontramos mejor, es mas volvemos a encantarnos; ya si que podemos ir dormir felices.
Good night, see you tomorrow.

1 comentario:

Sakena dijo...

qué relatos! qúé buenos!

Publicar un comentario