domingo, 24 de enero de 2010

JODHPUR

21 y 22 Enero
Jodhpur, “Blue City”, la Ciudad Azul como la llaman, me trae recuerdos de Marruecos por sus intrincadas callejuelas con casas azules y de mi querida Almería por la visión de la ciudad desde la fortaleza similar a la antigua Chanca y barrio de la Almedina, pero inmensa en extensión.
El Palacio Fortaleza coronando la ciudad es una preciosidad y la Old City por donde nos quisimos perder entre laberínticas callejuelas de entre uno y dos metros de anchas, impresionante.
La gente, vayas donde vayas es amabilísima, todos te sonríen y saludan, no poniendo impedimento en ser fotografiados, a pesar de ello y por respeto, intento no aproximarme demasiado para hacerlas, aunque me voy soltando y ya veremos dentro de unos días.
Aquí en Jodhpur ha sido el acabose en lo que a telas se refiere; fuimos a un gran almacén textil de los tantos que abundan en esta ciudad, es en este sentido como Barcelona, y se me termino de ir la cabeza entrando en una orgia de texturas y colores.
Descalzo, condición necesaria no solo para los Templos, sino también para entrar en los comercios, para no introducir la suciedad tanto física como psíquica del exterior, y aunque en muchos sitios son permisivos con los turistas, yo me descalzo, me gusta y axial camino sobre telas que van extendiendo unas tras otras para mostrártelas y claro, semi enterrado en ellas no puedes parar de decir “esta y esta y esa tambien, yes yes, I like, good, good
Bien, esto se llama cuarenta y cinco kilos de tejidos variados, sedas estampadas, algodones teñidos al estilo Rajasthan y algunos sintéticos que son mas “chiper“ dicho en ingles-hindi mas barato..
Tanto ellos como nosotros estábamos felices, nos invitaban a te, cervezas, cigarrillos; el encargado, los dependientes y los mozos, todos alrededor pendientes de nosotros y los ojillos brillándole cuando saque la Visa, pero aparte del negocio, son estupendos, saben vender y hacen todo lo posible con toda naturalidad para que te sientas bien y lo consiguen.
Por la mañana regresamos, nos prepararon dos paquetes que me transportaron a mi niñez, pues se hacían de igual manera: la caja de cartón la envuelven con tela recia, la cosen con hilo recio y aguja colchonera, rematándolo con una hilera de lacres por todas las costuras, quedando así un paquete digno para una exposición de “Arte Povera”.
Lo llevamos a Correos y para España, esperando que coincida la llegada con nuestro regreso.
Ya estoy imaginándome los preciosos diseños que voy a realizar con ellas.

2 comentarios:

Sakena dijo...

Mareando la VISA por allí?
qué bueno!

Emilin dijo...

Neneeee, ya estoy viendome poniendome uno de esos diseños maravillosos de sultana para estos carnavales, jejeje

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